

Toda una joya y un clásico con las mejores tapas de Barcelona. Tiene un pequeño comedor interior pero su verdadero encanto y esencia, además de su cocina, es ser la mejor barra de Barcelona, todo un espectáculo que nunca defrauda.
Pep Manubens, siempre encantado de recibirte y atenderte, como si nos hubieramos visto ayer por primera vez, te recibe con su «hola maco», con esa mezcla de familiaridad, profesionalidad y saber hacer que no todos consiguen emplear en su justa medida pero que en Cal Pep hacen de ello un arte.
La primera vez que fui a Cal Pep, debe hacer ya 30 años, en aquella época en vespa y con novio, hoy la familia ha crecido y seguimos yendo, juntos o por separado, es como un lugar de culto para todos los de casa.
Durante todos estos años seguimos fieles a los mismos platos, aunque siempre nos dejamos seducir por las nuevas propuestas que nos ofrecen:
- Trifàsic: Fritura de gambitas, calamares, pelayas, etc. de una calidad magistral, si vas, no te lo pierdas.
- Cigalitas encebolladas, que son un empezar y no acabar con su puntita de bicho suave.
- Tartar de atún suave y sabrosísimo, uno de los mejores que he probado capaz de enamorar incluso a los detractores del atún.
- Tallarinas salteadas sabrosísimas con su punto de jerez
- Y la estrella de la casa, «la truita amb trempera» que es una locura de tortilla de patatas individual, hecha al momento, tierna y jugosa, con una puntita justa de chorizo y cubierta con una ligera capa de all i oli.