

Dicen que el conejo es una de las carnes más sanas que podemos comer, pero además, también es una de las más versátiles. En esta receta, la combinación de carne blanca con el queso fundido la convierte en una plato diferente y que además agrada mucho tanto a mayores como a los más pequeños.
INGREDIENTES
- 1 conejo cortado en 8 trozos (yo normalmente reservo las costillas para hacerlas al ajillo)
- 16 quesitos tipo El Caserío o similar
- 3 patatas blancas
- 15 hojas de menta fresca
- sal y pimienta
- aceite de oliva virgen
PREPARACIÓN
- Poner un chorrito de aceite en una fuente de horno
- Salpimentar los trozos de conejo y colocarlos en la fuente
- Lavar y c ortar las patatas en rodajas de 2 cm aprox. con piel, salpebrar y colocarlas en los huecos entre los trozos de conejo
- Precalentar el horno a 200º
- En un plato hondo colocar los quesitos con un chorrito de leche y chafar con un tenedor hasta que tengas una pasta cremosa y espesa
- Ir colocando la pasta de queso, son cuidado, encima de los trozos de conejo y patata hasta que queden cubiertos
- Meter en el horno durante 30 minutos. Pasado este tiempo, abrir el horno, regar los trozos con el juego, poner sobre los trozos de conejo y patata los trocitos de menta cortados en tiras pequeñas
- Subir el horno a 220º y dejar cocer 15 minutos más y …listo para disfrutar!!!